Las 6 verdades sobre los productos integrales que le interesa conocer.

¿De verdad sirven para adelgazar?

Se recomiendan para luchar contra el cáncer, bajar el colesterol malo y combatir la obesidad. Tienen ventajas, pero es conveniente que sepa las respuestas a estas seis preguntas esenciales…

¿Qué distingue a estos productos?

Estos productos son más ricos en fibra, vitaminas y minerales que los que se refinan. En los cereales integrales (arroz, pastas, panes…) se notan mucho estas diferencias, porque la cáscara del grano, el germen y el salvado siguen conservándose. Por eso, son de color más oscuro que, por ejemplo, un pan de molde blanco refinado.

¿Qué nutrientes de más aportan?

Respecto al refinado, el alimento integral y sus derivados conservan vitaminas, minerales y fibra que suelen destruirse cuando se procesan. Es el caso de la vitamina E, todas las que pertenecen al grupo B, y minerales como el selenio, zinc, cobre, hierro, magnesio y fósforo. También se conservan en mayor proporción los hidratos complejos (anticancerígenos) y otras sustancias protectoras, como los lignanos (antioxidantes y cardiosaludables).

¿Previenen el estreñimiento?

En efecto, su mayor aporte de fibra es la causa de que favorezca los movimientos intestinales, pero no sólo eso. Esta fibra es insoluble, el cuerpo no la absorbe. Incrementa el volumen de las heces, favoreciendo su expulsión, además de que envuelven a los carcinógenos y al mal colesterol, que son así eliminados del intestino antes de que puedan causar problemas. Necesitamos 30 g. de fibra al día como mínimo.

¿Engordan más o adelgazan?

Hay que dejar claro que los alimentos integrales no son alimentos Light, ni bajos en calorías ni nada semejante. No producen ningún efecto adelgazante. Sí, es cierto que en dietas de control de peso se recomiendan, pero esto es porque, al tener un contenido de fibra mayor, incrementan la sensación de saciedad, haciendo que se ingiera una cantidad de comida menor. En energía, pueden incluso tener más que el refinado.

¿A quiénes les va bien?

En principio, están recomendados para toda la población, y hay un número de profesionales cada vez mayor que recomienda sustituir los alimentos refinados por alimentos integrales. No adelgazan más o menos, pero la fibra presente en estos últimos provoca un retraso en la absorción de nutrientes, lo que es beneficioso para el tratamiento de la diabetes (ya que evita rápidas subidas de glucosa en sangre) y para personas con obesidad.

¿Pueden estar contraindicados?

Pues, a pesar de sus bondades, los productos integrales pueden no ser adecuados para determinadas personas. Por ejemplo, si se padecen brotes agudos de la enfermedad de Crohn, o de colitis ulcerosa, o cuando se van a realizar ciertas exploraciones clínicas, o en caso de gastroenteritis, o para las personas que sufran de meteorismo (flatulencias). Y tampoco están indicados para aquellas personas que tengan trastornos de riñón.