Basta ya, ETA, no vais a conseguir nada, matar no es la solución.

Miles de personas condenan en Bilbao la violencia de ETA
Decenas de miles de personas desfilaron el sábado para condenar el último atentado atribuido a la banda armada vasca ETA, en el que murió el viernes el inspector de policía Eduardo Puelles, que trabajaba en la lucha antiterrorista en el País Vasco.
Eduardo Puelles García, de 49 años, murió en la ciudad vizcaína de Arrigorriaga, cerca de Bilbao, al estallar una bomba lapa colocada debajo de su coche junto al depósito de combustible.

Varias personalidades españolas y los familiares de Puelles García encabezaron la marcha que recorrió las calles de Bilbao y en la que participaron miles de personas, detrás de una gran pancarta con el lema "Por la libertad, ETA no".

Puelles García fue "asesinado por defender la libertad de los vascos, era uno de los nuestros", indicó el lehendakari, Patxi López, en un discurso al finalizar la marcha.

"Hemos salido a la calle, apretando los dientes, para hacer frente a ETA y para decir que estamos dispuestos a derrotar al terrorismo (...). Nunca vamos a ceder al chantaje", añadió entre aplausos.

En un emotivo discurso, la viuda de la víctima, Francisca Hernández, advirtió a ETA de que su asesinato no serviría a su causa.

"Lo único que han conseguido es dejar dos huérfanos y una viuda, no van a conseguir nada más porque gracias a Dios hay mucha gente como mi marido", dijo.
Hernández aseguró que, aunque "me han hecho daño", "no me van a ver llorar, lloraré en mi casa, aquí no". Entre aplausos y con sus dos hijos al lado, Paqui, como se conoce a la esposa de Puelles, resaltó: "Que no vengan sus familias pidiendo dinero para ir a verlos porque son presos políticos. No, mentira, son asesinos".

Junto a López y a los familiares del policía asesinado se encontraban otras personalidades como la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que también participaron antes de la marcha en el funeral de Puelles García. Al entierro también acudieron el príncipe Felipe y la princesa Letizia.

Eduardo Puelles García estaba casado y tenía dos hijos.

Según la prensa, había participado en varias operaciones policiales que permitieron la detención de 70 miembros o colaboradores de ETA.

Otras concentraciones silenciosas tuvieron lugar en varias ciudades españoles el sábado por la mañana.